El requisito principal para poder traducir un texto es comprenderlo a cabalidad. Traducir implica y exige comprender. Cuando hablamos de traducción, solemos pensar en la traducción de una lengua a otra, pero parafrasear un texto en una misma lengua o describir una imagen por medio de palabras también forman parte del complejo universo de la traducción. De igual modo, todo texto surge en un contexto cultural específico. Para poder traducir, es indispensable conocerlo y entenderlo. Por lo tanto, traducir también engloba una actividad de mediación cultural. En nuestro curso, trataremos estos temas brevemente desde una perspectiva teórica, nos concentraremos en la práctica y reflexionaremos sobre el futuro de la traducción, en especial en lo relativo al uso de traductores automáticos.